Por Dr. José Daniel Quiles, Presidente FBPR
¡No hay mejor testigo que el tiempo! Dicen que es la mejor manera para poner a la verdad y la mentira en su sitio. Hace un año, Yadier Molina se abría paso como mentor en tierras venezolanas después de una exitosa trayectoria de dos décadas como estelar receptor del béisbol de las Grandes Ligas.
Aunque fuera de las líneas, Yadier como timonel mantuvo viva la chispa y la pasión que lo caracterizaba detrás del plato. Lo criticaban, lo señalaban y se burlaban. Hubo quienes ponían en duda su capacidad, pasaban de largo sus logros y hacían fiesta de sus caídas. ¡Qué oportunos!
Confié en su liderato y conocimiento para guiar al Equipo Nacional Sub 23 en 2017. Fue su primera oportunidad como dirigente y no hizo quedar mal a la Federación de Béisbol de Puerto Rico, conquistando medalla de bronce panamericana con la clasificación al Mundial. Lo hizo al mismo tiempo que era jugador activo en las Mayores. Aceptó tal encomienda sin titubear, sin condiciones ni intereses particulares. A diferencia de otros, que ante el mínimo reto renuncian sin dar cara, Yadier no rehuyó y conformó un equipo a solo dos meses del poderoso huracán María. Eso dice mucho de su carácter y espíritu combativo.
Al anunciar su nombramiento como dirigente del Equipo Nacional para el Clásico Mundial de Béisbol del 2023, llegaron los señalamientos y cuestionamientos. Hasta patrañeros se atrevieron a decir o insinuar que el puesto fue comprado. Es que hay quienes juzgan y condenan conforme a sus propias acciones. Parecía que olvidaban en poco tiempo quién fue el alma y corazón de los subcampeonatos Mundiales del 2013 y 2017 dentro del terreno de juego, dicho por los propios jugadores y algunos integrantes del cuerpo técnico.
Yadier es el mismo que siendo jugador se convirtió en Apoderado de la Liga de Béisbol Superior Doble A con la franquicia Guardianes de Dorado, dirigió el pasado año al Equipo Nacional Sub 15 y dirigió en el Juego de Estrellas 2023 de la Liga de Béisbol Doble A Juvenil.
En poco tiempo, Yadier se ha encargado de silenciar -sin necesidad de fanfarronear- a todos aquellos que un día intentaron ponerle un pie. Digo intentar, porque lo que brilla con luz propia nada ni nadie lo puede detener. Algunos de los que ahora le reconocen y aplauden, son los que hace algún tiempo con la misma boca expresaban palabras dañinas y destructivas, con pocos o ningún logro para pararse al lado de un futuro Salón de la Fama.
¿Dónde están aquellos que contaban cada expulsión en la liga venezolana insinuando que no estaba listo para tal encomienda? Esos son los mismos que a la hora de la verdad han hecho poco o nada en sus posiciones por incapacidad o agendas personales. Se quedan pequeñitos al lado de Yadier.
Su campeonato con los Criollos de Caguas nos llena de orgullo a todos los que creímos en él desde el primer día. Lo hizo en su temporada de debut como dirigente en Puerto Rico, ante su gente. Mis felicitaciones a todos los componentes de la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente, su presidente Juan Flores Galarza; su director de torneo Carlos Berroa; el presidente de la Asociación de Peloteros Profesionales de Puerto Rico, Yamil Benítez; a Yadier, su cuerpo técnico, los jugadores y la administración de los Criollos, en especial su presidente Raúl Rodríguez y el gerente general Jesús “Motorita” Feliciano, por una temporada exitosa.
Es apenas el comienzo de un largo y exitoso camino. Lo sabía, pero ahora me reafirmo: Yadier, no me equivoqué.